miércoles, 27 de junio de 2012

Comida en el sur de la India

Para empezar, he de decir que he decidido (recomendada por varios médicos) no tomar Malarone, por lo que ya todo es felicidad y armonía. Por eso y más cosas, hoy estoy optimista y contando los días para irme a la India y desconectar del trabajo, así que traigo una temática más divertida que ayer: ¡La comida!

Lo primero de todo, que más me llama la atención, es que hay mucha parte de la India que es vegetariana. Sí, no olvidemos el pollo al curry, pero lo cierto es que la carne es bastante cara y en las aldeas recurren más a las verduritas y al trigo (en el norte) o al arroz (en el sur). Además, algunas de sus religiones (como el hinduismo) son extraordinariamente pacíficas y renuncian a aniquilar cualquier tipo de vida, por lo que prefieren un estilo de vida vegetariano. Hay dos festividades hinduistas, además (en primavera y en otoño, según tengo entendido) en las cuales no se come carne, e incluso los restaurantes especializados en carne cambian su carta para respetar la costumbre religiosa. En mi aldea ya me han avisado de que será todo vegetariano.

Entre otros datos y curiosidades que he encontrado, hay algunas personas que no comen ajo ni cebolla, por ser consideradas "estimulantes", y su religión no lo recomienda.



(Imagen capturada en google, no me ha dado por hacer cocinitas). ¿Qué es esto? Pues esto es un Idlis (bollos de arroz cocidos al vapor), que es la comida más habitual en el sur de la India. Sólo ahora, al leer un poco más del tema, he descubierto que toda la comida a la que estaba acostumbrada en restaurantes indios es más típica del norte del país... ¡y yo me voy al sur! Así que todo van a ser sorpresas. También es habitual el dosa (un tipo de tortilla finita de harina de arroz y lentejas). Ambas se sirven con una sopa picante de lentejas y salsas frías de coco y tomate.

Y sí, ya ha salido la palabra mágica... ¡picante!

Dice mi mayor fuente de información (Sujan Singh Pannu en su libro de "Leyendas y costumbres de la India) que "es verdad que esta comida lleva especias fuertes, como la guindilla, pimienta roja y negra, cúrcuma, jengibre, etc. Siendo la India el país de las especias, sería inaudito no emplearlas en sus preparados. Pero no se consumen caprichosamente. Su uso está basado en siglos de experiencia. Cada una de ellas tiene su función más allá del sabor: mantener el balance del cuerpo tanto en verano como en invierno. Estas especias ayudan al proceso digestivo y está equivocado aquel que piense que la comida de este país por ser picante puede dañar el estómago".

Ahí queda eso. Ahora bien, habrá que ver cómo reacciona mi cuerpo ante semejante bomba de especias. Cruzaremos los dedos. De momento, todo lo que he probado de la India (currys, tandooris, samosas, pakoras...) me ha encantado, así que lo probaré todo. Y que Buda me proteja.

Ñam ñam.


pd. Sí, Buda. En la aldea donde voy son budistas, pero ya hablaremos de eso en próximos posts... ;)


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